miércoles, abril 19, 2006

El muro


Los muros y murallas relatan pasajes épicos, retratos biográficos, episodios fugaces de nuestras vidas; su arquitectura, erosión o función nos transporta al momento en que fueron erigidas. Nos hablan de sus gentes, sus costumbres, cultura, de porque y quienes las construyeron, de la sangre que fue derramada o de las historias de amor que contemplaron, de cada gota de sudor que fue empleada para levantarlas. Siempre han sido fronteras de piedra, diques de contención, jaulas de hormigón; con pretensión de proteger, cercar, limitar o privar de libertad, cobijando o condenando almas, ideas, intensos momentos…
Han derrumbado la vieja tapia que amurallaba el colegio de mi infancia y con ella se ha borrado la huella de una época. Las pintadas de los estudiantes, las reivindicaciones políticas y sociales, pinceladas de arte urbano y graffiti, dibujos de tiza y bolígrafo, firmas espontáneas, corazones de rotulador con muchos nombres en su interior…; Cada capa de pintura y de recuerdos se ha desojado entre polvo y cemento, se ha roto en pedazos el espejo del tiempo y ya solo queda un metro escaso de endeble esqueleto de ladrillo para rescatar un pedacito de aquel testigo silencioso de nuestras vidas.