martes, marzo 06, 2007

Los filántropos


Los filántropos no son vulgares humanos sino criaturas humanitarias, Imploran al inmundo mundo globalizado, a la exánime humanidad deshumanizada, a la infame tierra desterrada. Intolerantes con la intolerancia, injustos con la injusticia; Exhortan con la razón, aman con el corazón; prueban con acciones, ayudan sin pretensiones.

Son una especie en vías de extinción, cohabitan nuestro entorno, son circunspectos y sigilosos. El anonimato es la genuina expresión de su esencia; son los bienhechores de nuestra era, los benefactores de la equidad; solidarios con las causas nobles, condescendientes con los adversarios; fieles a sus convicciones, adeptos a la honestidad. Son caritativos, y bondadosos. No derrochan favores sencillamente los atesoran; no financian deseos pero construyen los sueños; Son personas magnánimas y altruistas, individuos benévolos e indulgentes.

Cuentan sus allegados que cuando un filántropo advierte su muerte se retira a un lado de la senda; y cuando llega el momento de su deceso estallan en mil pedazos. Pero las trizas de su vida no siembran el camino de entrañas. Cada fragmento de su cuerpo se esparce entre los necesitados; cada porción de su ser se ensambla en sus banales semejantes, auxiliando al aquejado. Donan sus órganos al enfermo; emanando vida, legando futuro…