martes, abril 10, 2007

Aflicción



Un súbito fragor ensordeció el ambiente; al tiempo que el repentino bandazo zarandeó los cuerpos en el estrépito, golpeándolos violentamente contra los hierros. Algunos pedazos de la carrocería se desgajaron con los tumbos, sembrando el pavimento de vestigios ensangrentados. Mientras el ardor de la metralla de vidrio y metal contra sus pieles les causaba un dolor sobrehumano. Se estremecieron y en el espacio de un latido, un fulgor cegador envolvió el espacio, y todo se desvaneció para siempre.


Minutos después una mujer sollozaba arrodillada en el arcén. Bramaba desvalida con la mirada extraviada y el semblante sanguinolento; agitando los brazos con cada grito que desgarraba su voz. A pocos metros yacía un cuerpo mutilado y calcinado bajo una sabana. Aquellos restos humanos carbonizados sobre el asfalto eran el rastro exánime de su hijo. Una vida sesgada en un instante, una estrella fugaz estrellada, el desenlace prematuro de una historia por contar; un relato interrumpido, terminado casi antes de empezar…


A aquellos que perdieron la vida trágicamente, y a quienes les extrañan.

Para mi amigo Iker.