miércoles, enero 10, 2007

El silencio


Algunas personas hablan en silencio; no entre afónicos susurros, sosegados murmullos, o con gesticulados signos; sino en el más absoluto mutismo. Tendidos en la arena observándose mientras el sol broncea sus cuerpos, se contemplan sin mentar palabra; acostados sobre el sofá viendo una buena película, no emiten sonidos, ni ecos sordos; tan solo se miran a los ojos con lenguaje telepático, charlando en silencio.

Los secretos están a salvo en el silencio, las cautelas viven en paz y discreción, omitidas y circunspectas.

El silencio es sigiloso y enigmático, tan prudente como misterioso, tan denso como intenso. Es un lenguaje vehemente, compacto y a la vez extenso. Siempre acompaña a la calma, es tranquilo y reposado; un rumor estrangulado, una conversación sorda, una opinión enmascarada. Hay cosas que solo se pueden sentir y expresar parando el tiempo, ahogando el ruido, sin musitar palabras, sin emitir sonidos; como leer estas líneas, así, en silencio.